jueves, 29 de abril de 2010

USA - Oeste: Houston y Los Ángeles

Luego de poco más de 10 horas de vuelo y algunas turbulencias (nada severas por suerte) llegué finalmente al Aeropuerto Intercontinental de Houston (Texas). El día amanece algo nublado... se ve que recién dejo de llover. Y digo "amanece" porque mientras que en Buenos Aires son las 9 de la mañana acá son recién las 7. Por ahora tengo dos horas de diferencias pero entiendo que tanto en San Francisco como en Los Ángeles la diferencia es aún mayor. Ya me saque de encima los trámites migratorios con un oficial que hablaba el español casi a la perfección. Algunas preguntas de rutina (¿A qué venís? ¿Por cuánto tiempo? ¿Dónde vas a estar?) y ya me dieron la Bienvenida formal a los Estados Unidos donde puedo estar (por el tipo de visa que tengo) hasta 3 meses como máximo aunque mi estadía va a ser de apenas dos semanas.

7:01 hrs. local: una mujer afroamericana anuncia por el altoparlante que mi vuelo a Los Ángeles se encuentra listo para abordar. En Estados Unidos se ve gente de todas razas: negros, blancos, occidentales, indios... Me preparo para subir al avión. Unas 4 horitas más de vuelo y voy a estar finalmente en Los Ángeles donde hago conexión con la empresa Virgin America para ir a San Francisco.

El avión despega entre medio de nubes puntualmente y al instante el cielo se despeja. Miro por la ventanilla del avión y veo por debajo un manto de nubes blancas. Arriba el aparato volador se empieza a sacudir un poco por lo que todo me da a pensar que va a ser un vuelo agitado. Los oficiales de abordo se preparan para servir el desayuno: cereales con leche. Al mismo momento las turbulencias dejan de existir. El vuelo se hace placentero asique me duermo mirando aquellas nubes por debajo. Me despierto y todo es distinto: las nubes ya no están. Ahora se ve solamente el suelo árido de los estados del sur de USA...

Llegando a LAX (siglas del Aeropuerto de Los Ángeles) se nubla nuevamente. Aterriza el avión con el cielo encapotado pero por suerte no hace frio. La temperatura debe rondar los 15 grados por lo que realmente esta lindo para andar con un pullover. Me dirijo a las oficinas de Virgin America y ahí es donde me llevo una nueva sorpresa: a diferencia del aeropuerto en general que da mucha sensación a viejo estas oficinas son modernas: música por los altoparlantes, computadoras donde hacer el check-in y escritorios modernos. Una joven señorita (afroamericana nuevamente) me consulta si iba a hacer el check-in a lo que le respondo que si mientras ella me señala una de esas computadoras. Ingreso número de reserva y pago los 25 dólares por la valija que llevo conmigo ya que Virgin es una aerolínea "lowcost" y los pasajes no incluyen equipaje. Finalizado todo lo burocrático me dispongo a hacer una interminable fila para que la seguridad aeroportuaria me revise y me deje hacer el abordaje. Ahora si solo me resta aproximadamente una hora más de vuelo para llegar a mi destino donde según veo en las pantalla hay una lluvia ligera: San Francisco... I’m going!!

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