USA - Oeste: el muelle del pescador

Esta parte del viaje la quiero denominar de esa manera: el muelle del pescador. En el Pier 39 de la bahía se encuentra el Fisherman’s Wharf que, como había comentado antes, es un gran centro comercial con muchos negocios y restaurantes. Como ya era mi último día en San Francisco y las excursiones principales ya las había hecho todas quise irme a dar una vuelta por el muelle para ahí poder comprar algunos recuerdos aprovechando que los precios de las cosas se encuentran bastantes accesibles en ese lugar. Mucha gente va a recorrer toda esa parte de la bahía ya a su vez de haber muchos negocios también hay shows callejeros. Por ejemplo cuando estaba llegando pude ver a unos muchachos que la rompían bailando breack dance.

Cerquita del muelle también se encuentra la Lombard Street que más allá de ser una calle tiene la particularidad de que una parte de ella se encuentra muy inclinada. Desde la parte superior hay una linda vista tanto para la parte de la Isla de La Roca como así también para la parte donde se encuentra la Coit Tower. Luego desde la parte inferior hay una muy buena vista a toda la cuadra que siempre se encuentra bien arreglada y pintoresca con muchas flores. La cantidad de turistas que van a ver esa calle es bastante y se ve que los vecinos ya están acostumbrados a eso porque la gente se para en el medio de donde pasan los autos para sacar fotos mientras los estos esperan prácticamente sin problema a que los fotógrafos terminen con su trabajo. Sinceramente es una opción a tener en cuenta si andan por San Francisco… vale aclarar que es gratis.

Volviendo para la zona de la bahía que esta a unas tres o cuatro cuadras desde la Lombard St. se encuentra el Aquarium Bay que la entrada cuesta unos 15 dólares. No es un lugar indispensable para ir a conocer pero no quise dejar de pasar a dar una vuelta por ahí: en el primer piso se encuentran varias “peceras” grandes con todo tipo de peces y luego bajando al subsuelo mediante un ascensor me metí en un túnel de agua en donde se pueden ver desde pulpos hasta tiburones pasando por rayas y estrellas de mar. Durante todo el recorrido hay gente del acuario a la que se le puede preguntar cualquier cosa acerca de los peces. Luego volviendo al primer piso hay un par de atracciones más pero tal vez una que más me llamo la atención es una pileta donde dentro tienen un par de rayas que se pueden tocar sin problema y aprovechando a unos amigos mexicanos que había conocido ahí les pedí que me saquen algunas fotos.

Finalmente el acuario no tiene más que eso. Con una hora o una hora y media alcanza para recorrerlo todo pero es una opción que bien vale la pena ya que no es excesivamente costoso y a su vez se encuentra bien ubicado sobre la costanera.(o será bahíanera? Jejeje)

Luego del acuario aproveche para ir a comprar algunas cosas más al Fisherman’s Wharf y sobre las siete de la tarde volví para el hostel a dejar las bolsas con mis adquisiciones para más tarde tomarme un tranvía (paseo clásico de SF) e ir a cenar a Rainforest Café, un restaurante muy particular ya que se encuentra armado como si fuera una selva con cascadas, animales y demás que realmente se encuentra muy bien logrado. La cena no es de lo más accesible pero ese gasto extra vale la pena para ir a conocer algo distinto.